jueves, 16 de febrero de 2012

http://www.youtube.com/watch?v=8S5XnuUDuyM&feature=related




Los anteriores links dan miuestra de las imagenes parciales de la exposición FRAGMENTOS VISUALES, del docente de la Universidad de Caldas: Jorge Eliécer Rodríguez Osorio, coordinador del grupo de investigación ARTESCULTURA.

martes, 7 de febrero de 2012

Escrituras para reinventar un cuerpo



"El fantasma del espejo prolonga mi carne hacia afuera

y al mismo tiempo todo lo invisible de mi cuerpo

puede investir a los otros cuerpos que veo.

En adelante mi cuerpo puede soportar los segmentos

sacados de los otros, en cuanto mi sustancia pasa en ellos.

El hombre es espejo para el hombre".



Maurice Merleau Ponty, El ojo y el espíritu



Una de las nociones que mejor expresa nuestra contemporaneidad estética es la movilidad, entendida como una manifestación de carácter cultural y social que, al tiempo que desubica el quehacer del arte, también contribuye a reubicarlo, ensanchando el campo de posibilidades para que éste pueda interactuar con otras disciplinas y otras mediaciones sociales. Esta condición es justamente la que anima el trabajo que Jorge Eliecer Rodríguez propone como resultado de su formación en la Maestría en Estética y Creación de la Universidad Tecnológica de Pereira, titulado “El cuerpo como fisura estética de la Calle de la Penicilina de Manizales”, a partir de dos grandes momentos o recorridos.



El primer desplazamiento vincula un modo de relación con los contextos que revisten interés para el proceso de investigación-creación, y que para este caso se concentran en un sector de Manizales popularmente denominado la “Calle de la Penicilina”. Se trata de una experiencia de confrontación, un juego de corporalidades, en el que el artista trasciende el mero acto de señalar un lugar o unas prácticas determinadas, para involucrarse de manera directa con las múltiples realidades que estos espacios condensan. Las estrategias de interacción describen movimientos irregulares en los que la clandestinidad, el voyerismo, la simulación y el camuflaje se convierten en mecanismos activadores de formas de relación y de sentido, que van determinando el tipo de registros y el horizonte de la experiencia que orientará el trabajo creativo, en relación con las metáforas involucradas para resignificar el cuerpo de las trabajadoras sexuales de la “Calle de la Penicilina”. ¿Quién interactúa con quién?, ¿Qué tipo de alteridad se construye desde la mirada?, ¿Quién reconfigura a quién? Como se puede vislumbrar en el trabajo de Jorge Eliécer, el desafío se convierte en un juego de miradas, en movimientos que se desplazan entre lo oculto y lo visible, toda vez que como señala Merleau Pounty, el sujeto es prisionero de “un sí mismo paradójico” que lo coloca entre dos realidades inherentes, está preso entre las cosas, con una cara y una espalda, en un mundo en el que las realidades y sus cosas son prolongaciones del cuerpo, están incrustadas en su carne, forman parte de su definición plena, pues el mundo está hecho con la misma tela del cuerpo.



El segundo desplazamiento tiene que ver con el proceso que permitió la materialización del cuerpo de obras presentado en la exposición y la apuesta por unos determinados recursos configuradores. Trabajar en clave de archivo permite organizar un importante cúmulo de experiencias, imágenes, textos, recuerdos, anécdotas, sonidos y, en general usurpaciones del contexto, susceptibles de ser reinterpretadas de múltiples maneras por parte del artista. Si bien en la propuesta de Jorge Eliecer el interés se focaliza en desentrañar el sentido ambivalente y contradictorio que postula el cuerpo de las trabajadoras sexuales de la “Calle de la Penicilina” en tanto metáfora de una fisura estética y social, históricamente invisibilizada por el estigma arrastra el comercio del sexo, es importante anotar que la memoria recogida durante este proceso de investigación-creación podría dar lugar a muchos otros señalamientos, con igual riqueza expresiva y cultural.



En la convergencia de estos dos momentos anotados se conjuga un proyecto bastante amplio y plural, con una lógica conceptual y expresiva que logra aprovechar los recursos configuradores como lo que son: dispositivos para estructurar un modo de relación particular entre idea, contexto y materialidad, de tal manera que el espectador pueda sintonizarse y participar activamente de la experiencia que anima el encuentro con las obras, que para el caso del proyecto que nos ocupa, se focaliza en las huellas del cuerpo que inscriben las trabajadoras de la Calle de la Penicilina de Manizales. Estrategias como la de serializar la imagen, transponer registros, o fusionar texto e imagen a partir de la fragmentación de unidades más completas, entre otros procedimientos narrativos, le permiten a Jorge Eliecer desplegar un referente poderosamente vinculante, que no se encasilla en los estereotipos del cuerpo como objeto de deseo o del cuerpo como deseo cosificado, tan recurrentes en la cotidianidad global que nos asiste.



Margarita Calle

Directora Maestría en Estética y Creación